...................................... FOTOS: PRADEROM. Cuadrado
Localidad:
lugo
¿RESTOS DEL ACUEDUCTO DEL SIGLO XVIII?
A primera vista y si los comparamos con las imágenes publicadas en su día todo indica que estamos en lo cierto y que los restos hallados en una escombrera de Frigsa son del acueducto. Sin embargo, la versión de los arqueólogos conocida a través del Concello descarta la opción de que existan piezas fuera de la vieja cárcel, de Campo Castelo o de las conservadas «in situ».
El acueducto que en el siglo XVIII mandó construir el Obispo Izquierdo y que sirvió para solucionar el problema de escasez de agua potable en la ciudad ocupó páginas y páginas de este diario en los últimos años. Aparte de por las referencias históricas, también se incidió en la importancia de esta pieza cuando comenzaron a aparecer restos de esta obra hidráulica en el subsuelo de la plaza de A Milagrosa (1997), en fincas agrícolas de O Castiñeiro (año 2000) y dos arquetas en el cruce de Fontes y Buxo y junto al Camiño de Pipín (2002)... Son sólo algunos restos hallados del viejo acueducto que suministraba agua a Lugo desde A Piringalla.
Pero quizás no sean los únicos. En las últimas semanas a más de un lucense le ha llamado la atención comprobar como en varias fincas de Frigsa usadas como escombreras aparecieron posibles piezas de la que fue una de las obras hidráulicas más importantes construidas en la urbe.
Aunque a primera vista y comparadas las estructuras con algunas partes de las mismas que fueron fotografiadas y publicadas parecen no existir dudas, éstas empiezan a plantearse al conocer la versión del Ayuntamiento.
Desde el servicio de arqueología sostienen que los restos del referido acueducto están totalmente controlados. Aseguran que cuatro piezas de las halladas en las excavaciones son las que lucen desde abril de 1999 en los jardines de la plaza de Campo Castelo. Otra parte -según fuentes municipales- fueron depositadas en su día y continúan en depósito en la vieja cárcel provincial. La última de las tres posibilidades contempladas es que algunos restos se conservaron in situ .
La versión oficial indica que ningún otro resto del acueducto puede estar en otro lugar, a pesar de que existen otras teorías de quienes aseguran que las piezas que se hallan en el depósito de Frigsa guardan un enorme parecido con algunas de las que se exhiben en Campo Castelo, por lo que las mismas fuentes anunciaron que informarán del caso a la Dirección Xeral de Patrimonio.
Las que se exponen en Campo Castelo pertenecen a varias partes del acueducto encontradas en la calle San Pedro y forman parte de la primera muestra permanente arqueológica.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2006/03/20/4616967.shtml
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¿RESTOS DEL ACUEDUCTO DEL SIGLO XVIII?
A primera vista y si los comparamos con las imágenes publicadas en su día todo indica que estamos en lo cierto y que los restos hallados en una escombrera de Frigsa son del acueducto. Sin embargo, la versión de los arqueólogos conocida a través del Concello descarta la opción de que existan piezas fuera de la vieja cárcel, de Campo Castelo o de las conservadas «in situ».
El acueducto que en el siglo XVIII mandó construir el Obispo Izquierdo y que sirvió para solucionar el problema de escasez de agua potable en la ciudad ocupó páginas y páginas de este diario en los últimos años. Aparte de por las referencias históricas, también se incidió en la importancia de esta pieza cuando comenzaron a aparecer restos de esta obra hidráulica en el subsuelo de la plaza de A Milagrosa (1997), en fincas agrícolas de O Castiñeiro (año 2000) y dos arquetas en el cruce de Fontes y Buxo y junto al Camiño de Pipín (2002)... Son sólo algunos restos hallados del viejo acueducto que suministraba agua a Lugo desde A Piringalla.
Pero quizás no sean los únicos. En las últimas semanas a más de un lucense le ha llamado la atención comprobar como en varias fincas de Frigsa usadas como escombreras aparecieron posibles piezas de la que fue una de las obras hidráulicas más importantes construidas en la urbe.
Aunque a primera vista y comparadas las estructuras con algunas partes de las mismas que fueron fotografiadas y publicadas parecen no existir dudas, éstas empiezan a plantearse al conocer la versión del Ayuntamiento.
Desde el servicio de arqueología sostienen que los restos del referido acueducto están totalmente controlados. Aseguran que cuatro piezas de las halladas en las excavaciones son las que lucen desde abril de 1999 en los jardines de la plaza de Campo Castelo. Otra parte -según fuentes municipales- fueron depositadas en su día y continúan en depósito en la vieja cárcel provincial. La última de las tres posibilidades contempladas es que algunos restos se conservaron in situ .
La versión oficial indica que ningún otro resto del acueducto puede estar en otro lugar, a pesar de que existen otras teorías de quienes aseguran que las piezas que se hallan en el depósito de Frigsa guardan un enorme parecido con algunas de las que se exhiben en Campo Castelo, por lo que las mismas fuentes anunciaron que informarán del caso a la Dirección Xeral de Patrimonio.
Las que se exponen en Campo Castelo pertenecen a varias partes del acueducto encontradas en la calle San Pedro y forman parte de la primera muestra permanente arqueológica.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2006/03/20/4616967.shtml
BNG y PP acusan al Concello de tratar el patrimonio como escombro de obras
Núñez y Castiñeira, sorprendidos porque los restos del acueducto del XVIII se apilan en FrigsaLos populares instan a toda la ciudadanía a «abrir los ojos y apreciar todo lo que tenemos»
M. Cuadrado
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A LA VISTA DE TODOS.
La aparición de las partes del acueducto están a la vista de cualquier persona que camine junto a las obras de Frigsa.
OTROS RESTOS SIN IDENTIFICAR.
En otro montón de escombros y maleza se encontraron otras piezas que todavía no se han podido identificar.
La aparición de los restos del acueducto XVIIII en varias escombreras situadas en una finca y junto a un vial de Frigsa provocó ayer un cierto malestar entre los partidos de la oposición en la corporación municipal. Además, también despertó la curiosidad ciudadana y algunos lucenses se acercaron hasta la zona para comprobar in situ la existencia de estas piezas.
La edila del BNG Neves Núñez considera que parte de la culpa de esta situación se debe a la falta de sensibilidad del Gobierno con los asuntos relacionados con el patrimonio, la historia y la cultura. La concejala nacionalista considera que «esa non é forma de almacenar o patrimonio que se vai descubriendo nas múltiples excavacións que se fan na cidade» e insta al Gobierno municipal a actuar con responsabilidad. «Non se pode tratar a historia como escombros de obra», indicaba ayer la edila responsable de patrimonio en el grupo local.
Pero no es el único caso en el que Neves Núñez aprecia irresponsabilidad. Ayer también hizo alusión a las actuaciones que se acometen actualmente en la calle de la Cruz: «Seguimos sin entender a forma da que se fan as cousas nesta rúa, na que meteron as máquinas e destrozaron as pedras centenarias, o mesmo que na praza da Soedade».
Desde el Parlamento gallego, también se mostró ayer muy crítico el portavoz del PP local y diputado Jaime Castiñeira. «Estamos todos muy sorprendidos al conocer la información. Demuestra una falta de cuidado de nuestro patrimonio, ya que son restos a los que en un principio se le suponen un valor patrimonial o arqueológico».
Castiñeira cree que son piezas dignas de conservar, por lo que insta al Gobierno local y a los ciudadanos «a abrir los ojos y apreciar todo lo que tenemos». Culpa al Ayuntamiento de no dar ejemplo a los ciudadanos consintiendo estas situaciones. «Para que un vecino pueda cambiar una ventana tiene que cumplir con unos trámites. Se les exige. Pues lo mismo al Concello». Castiñeira se decanta por la conservación: «Es más satisfactorio ver las piezas expuestas en el jardín de Campo Castelo que no como parte de una escombrera».
La aparición de las partes del acueducto están a la vista de cualquier persona que camine junto a las obras de Frigsa.
OTROS RESTOS SIN IDENTIFICAR.
En otro montón de escombros y maleza se encontraron otras piezas que todavía no se han podido identificar.
La aparición de los restos del acueducto XVIIII en varias escombreras situadas en una finca y junto a un vial de Frigsa provocó ayer un cierto malestar entre los partidos de la oposición en la corporación municipal. Además, también despertó la curiosidad ciudadana y algunos lucenses se acercaron hasta la zona para comprobar in situ la existencia de estas piezas.
La edila del BNG Neves Núñez considera que parte de la culpa de esta situación se debe a la falta de sensibilidad del Gobierno con los asuntos relacionados con el patrimonio, la historia y la cultura. La concejala nacionalista considera que «esa non é forma de almacenar o patrimonio que se vai descubriendo nas múltiples excavacións que se fan na cidade» e insta al Gobierno municipal a actuar con responsabilidad. «Non se pode tratar a historia como escombros de obra», indicaba ayer la edila responsable de patrimonio en el grupo local.
Pero no es el único caso en el que Neves Núñez aprecia irresponsabilidad. Ayer también hizo alusión a las actuaciones que se acometen actualmente en la calle de la Cruz: «Seguimos sin entender a forma da que se fan as cousas nesta rúa, na que meteron as máquinas e destrozaron as pedras centenarias, o mesmo que na praza da Soedade».
Desde el Parlamento gallego, también se mostró ayer muy crítico el portavoz del PP local y diputado Jaime Castiñeira. «Estamos todos muy sorprendidos al conocer la información. Demuestra una falta de cuidado de nuestro patrimonio, ya que son restos a los que en un principio se le suponen un valor patrimonial o arqueológico».
Castiñeira cree que son piezas dignas de conservar, por lo que insta al Gobierno local y a los ciudadanos «a abrir los ojos y apreciar todo lo que tenemos». Culpa al Ayuntamiento de no dar ejemplo a los ciudadanos consintiendo estas situaciones. «Para que un vecino pueda cambiar una ventana tiene que cumplir con unos trámites. Se les exige. Pues lo mismo al Concello». Castiñeira se decanta por la conservación: «Es más satisfactorio ver las piezas expuestas en el jardín de Campo Castelo que no como parte de una escombrera».
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