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martes, 22 de abril de 2008

Un particular empieza a reparar una torre medieval sin que Patrimonio lo supervise

..................................................... ALBERTO LÓPEZ

El promotor de las obras compró recientemente un trozo de la antigua casona de A Grixoá para rehabilitarlaLa mayor parte de este monumento de Carballedo está ya en ruinas
Carlos Cortés
Localidad:
chantada

?n vecino de Carballedo está rehabilitando parte de lo que queda en pie de la casa torre de A Grixoá, una construción de origen medieval que figura en el inventario oficial de patrimonio de Galicia como un bien de interés cultural. El promotor de las obras las está llevando a cabo sin supervisión de la Dirección Xeral de Patrimonio. Él asegura que preguntó en la delegación provincial de Lugo de este departamento de la Xunta si necesitaba algún permiso especial para obrar en ese edificio y sostiene que le contestaron que no.
La llamada torre de A Grixoá es en realidad un recinto edificado de grandes dimensiones flanqueado por dos torreones de planta cuadrada. Situado en la parroquia de Chouzán, al borde del embalse de Os Peares, fue durante años propiedad de un emigrante en Venezuela que al morir la dividió en partijas entre sus herederos. José Manuel López, un industrial de la cercana parroquia de Vilaquinte compró hace meses una de las partes, la que incluye la torre situada a la izquierda de la fachada principal y una pequeña construcción anexa.
Según confirmó él mismo ayer, su intención es rehabilitar la torre para acondicionar en ella una vivienda. Su voluntad, dice, es utilizar materiales de calidad que no desentonen con el conjunto. Empezó reponiendo con teja roja la cubierta de la torre, que era lo más urgente para frenar el deterioro de la construcción. Ahora se dispone a reconstruir el balcón de madera de la fachada principal. Para ello, quiere utilizar material igual al utilizado originariamente. «Estou buscando madeira vella de corredores doutras casas para utilizala aí», explica.
Según afirma, en el contrato de venta de la torre el vendedor no especificaba que la propiedad estuviese sujeta a ninguna restricción urbanística. Pero él admite que alguien le advirtió que podía tener dificultades con Patrimonio. Por eso, afirma, fue a Lugo: «Preguntei e dixéronme que non había problema ningún».
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2004/01/23/2356031.shtml

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