Patrimonio

BERRO SECO
TOMÁS DE NEMANCOS

POR SI las consecuencias del paso del tiempo fueran pocas, hay quien se dedica a expoliar el patrimonio histórico de la Costa da Morte. El último episodio de esta sucesión de robos, que vienen ya de tiempo atrás, ha tenido como escenario la parroquia malpicana de Cerqueda, en la que, de la noche a la mañana, ha desaparecido un cruceiro. Uno más. Y, probablemente, nunca más volverá a ocupar el lugar que le corresponde, como tantos otros
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2004/08/14/2938796.shtml


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Cuerdas, cadenas y un coche son suficientes para derribarlos

El método utilizado para la sustracción de los cruceiros se repite en casi todos los casos. Basta con colocar una cuerda o una cadena alrededor del pilar, atarlas a un coche y pisar el acelerador. Generalmente, la piedra acaba por ceder. Sin embargo, y según los datos que maneja la Guardia Civil, el 80% de las cruces quedan destrozadas al caer al suelo, y así lo demuestran también los restos hallados en algunos de los casos registrados en la Costa da Morte.
Detrás de este tipo de operaciones suelen estar implicados varios grupos de delincuentes que se dedican al expolio del patrimonio gallego. No actúan directamente, sino a través de personas jóvenes a las que pagarían cantidades importantes de dinero por realizar el trabajo sucio. La abundancia de cruceiros y su dispersión facilitan los robos, que no sólo tienen incidencia en los cruces de caminos, sino también en las iglesias.
Por lo que respecta al destino de las piezas, los investigadores consideran que son fincas privadas pertenecientes a personas de cierto nivel adquisitivo, puesto que ya en 1998 podían llegar a pagar por encima de 3.000 euros por un cruceiro en buen estado.
Son muy pocos los casos resueltos. En mayo de 1999, la Guardia Civil detenía a tres jóvenes, todos ellos menores de edad y vecinos de Laxe, como autores del intento de robo de un cruceiro en O Esto (Cabana). No lograron completar la acción porque fueron sorprendidos, aunque sí desencajaron el pilar de la base.
En marzo del 2000, una unidad de Policía Judicial se incautaba en un taller de reparación de antigüedades de A Coruña de los restos de varias cruces de procedencia supuestamente ilegítima. Algunas de ellas podrían haber sido sustraídas en la zona.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2004/08/14/2938594.shtml