Vistas de página en total

sábado, 17 de mayo de 2008

Una ínsula con polémica

...................................................XOÁN CARLOS GIL

La construcción de la escollera ha llegado a su fin. Los vecinos advierten de que seguirán vigilantes ante cualquier atentado contra el patrimonio que se pueda producir en ella
Marcos Pichel
Localidad:
marín

El muro-escollera que comenzó a ser erigido el martes de la semana pasada en la Illa do Santo ya es perfectamente visible. La construcción se ha visto envuelta, desde que se anunció su realización, de polémica. La asociación de vecinos O Tombo, de Ardán, y el Colectivo Nacionalista de Marín se han opuesto a ella desde el principio. La obra, realizada por un particular, supuesto dueño del islote, cuenta con el beneplácito de Costas y del Concello de Marín. Los vecinos, que han conseguido que todas las administraciones estuvieran al tanto de lo sucedido, han advertido de que seguirán atentos ante cualquier violación que se haga a su patrimonio.
Los que se pusieron en contra, hablaban de muro, los que la defendían lo definen como una escollera que servirá para salvaguardarla de la erosión. Lo cierto es que la obra ya está terminada, y puede ser contemplada por cualquiera que se acerque hasta allí.
Discordia
El motivo que subyace en la discordia radica en la propiedad de la isla. No está clara. Los vecinos aducen que no hay ningún documento que acredite que sea privada, y la reclaman como patrimonio de la parroquia de Ardán. Afirman que el muro destruirá un importante activo del municipio que atrae a multitud de turistas todos los veranos, que acuden a visitarla desde las playas de O Santo y Lapamán.
Uno de los activos de la isla es su valor histórico. Posee un yacimiento arqueológico del medievo, los resto de la capilla de San Clemenzo, que está catalogada por Patrimonio y posee un perímetro de especial protección.
La Dirección Xeral de Patrimonio confirmó, en un escrito remitido al colectivo nacionalista, que cualquier obra que se realice en el entorno de las ruinas debe contar con su visto bueno. Ese comunicado llegó con las obras ya en marcha, y no se han interrumpido.
Uno de los miedos de los vecinos es que el yacimiento sea dañado, pues la escollera se encuentra en sus inmediaciones. Cualquier daño puede ser irreparable, afirman, para el patrimonio cultural del concello.
Sin embargo, los defensores de la obra esgrimen una y otra vez que su afán es únicamente conservador: proteger la isla de los embates de los elementos atmosféricos y marinos y evitar su erosión.
La obra obtuvo desde el principio todos los permisos necesarios, por tanto no se puede hablar de ilegalidad. Sólo faltaba el trámite de Patrimonio, que entró en juego por las denuncias vecinales.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2005/02/15/3467003.shtml

No hay comentarios: